Las Bodas de Fígaro

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Le nozze di Figaro
Música de Wolfgang Amadeus Mozart
Ópera bufa en cuatro actos
Libreto de Lorenzo Da Ponte

 

 

Argumento

Lugar y época: En el palacio del Conde y la Condesa Almaviva, en las cercanías de Sevilla, España, a finales del siglo xviii.

 

Acto I

Susanna y Fígaro están preparando su boda (Duettino: Cinque... dieci... venti...), y él arregla la habitación que el Conde les ha regalado para quedarse, pero Fígaro cree que es porque él le consiguió a Rosina hace tiempo (Duettino con recitativo: Se a caso madama la notte ti chiama). Sin embargo, ella se encuentra perturbada: el Conde quiere tomar a Susanna antes que su esposo volviendo al derecho de pernada que él mismo abolió y se lo ha hecho saber por medio del maestro de música, Don Basilio. Así se inicia la acción: Fígaro decide ponerse en guardia contra el Conde de Almaviva (Cavatina: Se vuol ballare signor Contino), de quien fuera cómplice para conquistar a Rosina, ahora Condesa de Almaviva. Mientras tanto Marcellina, el ama de llaves del palacio, y Don Bartolo, el doctor en leyes, planean casar a la dama con Fígaro, en cumplimiento a un contrato hecho tiempo atrás. Él la ayudará, como venganza por su Rosina perdida (Aria: La vendetta). Luego Marcellina se enfrenta a Susanna, saliendo Marcellina herida en su orgullo: su edad era mucho mayor que la de Susanna (Duetto: Via resti servita). Aparece luego el paje Cherubino, quien está huyendo del Conde de Almaviva, el cual quiere castigarlo por haber hallado al paje con una de sus vasallas favoritas, Barbarina, y es perseguido por Don Basilio. Le cuenta a Susanna su confusión amorosa (Aria: Non so più cosa son cosa faccio). Cuando se percatan que se acerca el Conde Almaviva, Cherubino se esconde bajo un vestido que pone Susanna. Entra el Conde, quien le da una moneda a Susanna pero luego escuchan una voz que es Don Basilio, el maestro de música. Ahora es el Conde el que corre a esconderse y en el apuro lo hace junto a Cherubino. Don Basilio enreda la situación al revelar que el Paje mira a la Condesa de una forma especial. El Conde de Almaviva, herido en su orgullo sale de su escondite y ordena a Cherubino ingresar al ejército persa. (Aria: Non più andrai).

 

Acto II

La condesa se entera de las intenciones del conde con Susanna y se lamenta. (Cavatina: Porgi amor qualche ristoro). Susanna llega, y la condesa le cuenta lo que ella siente. Fígaro entonces llega, y confiesa que tiene un plan para obligar al conde a aceptar la boda de Fígaro y Susanna. Su plan consiste en vestir a Cherubino de Susanna y citar al conde para poder atraparlo siendo infiel, y así, chantajearlo. Figaro va a llamar a Cherubino, quien por orden de Figaro aún no había partido. Cherubino llega, vestido de militar, y le convencen de cantar la cancioncita que le había dado a Susanna para la condesa (Arietta: Voi che sapete che cosa è amor). La condesa y Susanna le disfrazan de mujer (Aria: Venite inginocchiatevi), y citan al conde a una cita con Susanna, a la que en realidad asistirá Cherubino. Susanna ve que Cherubino trae una venda en el brazo, que el mismo se puso para detener una herida, y la condesa de Almaviva le pide a Susanna una venda para curarlo. Susanna le entrega la venda, y regresa a otro compartimento de la habitación para buscar más. En este momento, el conde regresa a la habitación tocando la puerta, alertándose así Cherubino y la condesa, (se supone que Cherubino tuvo que partir de Sevilla para poder ser apartado de la condesa) siendo esta última quien lo esconde en otro compartimento distinto al de Susanna. El conde se da cuenta de lo alterada que esta la condesa, sospecha, en especial, que la puerta estuviese cerrada con llave, algo inusual en la condesa. El conde empieza a sospechar cuando, desde donde esta Cherubino, se produce un sonido fuerte. La condesa se excusa, diciendo que es Susanna quien esta en la habitación. El conde no le cree, por lo cual, ordena a Susanna, quien en realidad es Cherubino, salir de la habitación. Susanna sale de la habitación, y se encuentra con la discusión de la pareja, por lo cual se esconde antes de ser vista, y comienza a lamentarse por la situación (Trío: Susanna or via sortite). El conde se cansa de discutir, por lo cual se lleva a la condesa para buscar herramientas para abrir la puerta, cerrando la puerta principal con llave tras de si. Susanna sale de su escondite apresurada, y saca del compartimento al paje, quienes comienzan a lamentarse nuevamente (Dueto: Aprite presto aprite). Cherubino decide que se lanzará por la ventana, porque no puede abrir la puerta. Susanna trata de convencerlo de que no lo haga, sin embargo, Cherubino está muy determinado y salta. Susanna ve que sigue intacto, y decide esperar al conde en el compartimento donde estuvo Cherubino. El conde regresa, y furioso, le pide a Susanna que abra la puerta, después de que la condesa le dijera que Cherubino se hallaba oculto en la habitación (Final: Esci omai garzon malnato). El conde abre la puerta, y ambos, el conde y la condesa, quedan sorprendidos al ver a Susanna salir de la habitación. Susanna le explica a la condesa lo que sucedió, y ambas salen victoriosas mientras el conde se lamenta. Fígaro llega y le avisa al conde que el baile esta listo, sin embargo, Antonio, un jardinero, arruina la coartada de Susanna, diciendo que vio a alguien saltar por la ventana y arruinar sus flores. Fígaro salva la situación diciendo que fue él quien saltó por la ventana. Es entonces, cuando Antonio le pregunta si los papeles que dejó caer son suyos, Fígaro intenta alcanzarlos, pero el conde agarra los papeles velozmente. El conde pregunta que son los papeles y porque los tenía Fígaro, a lo cual Fígaro responde que es la comisión de envío a la guerra de Cherubino, y que los tiene para ponerles sello de confirmación. Todo queda en misterio para el conde, quien comienza a sospechar nuevamente de la situación. En este momento, entran a la habitación Marcellina, Bartolo y Basilio para presentar una demanda en la cual se le obliga a Fígaro a casarse con Marcellina. Todos comienzan a discutir y el acto termina en caos.

 

Acto III

El conde reflexiona sobre la situación confundido por los eventos precedentes ("Che imbarazzo è mai questo"). Incitada por la condesa, Susanna entra en escena y acuerda ver al conde más tarde esa noche, aunque en realidad es la misma condesa la que planea encontrarse con el conde disfrazada de Susanna. Cuando Susanna sale, el conde la escucha decir a Fígaro que ya ha ganado el caso (Hai giá vinta la causa). Dándose cuenta de que ha sido engañado, decide vengarse de Fígaro haciéndole casarse con Marcelina o pagar una gran cantidad de dinero.

 

El notario Don Curzio exige a Fígaro el cumplimiento del contrato con Marcellina (É decisa la lite), o pagarle una gran suma de dinero, pero como este no tiene, le obliga a casarse con ella. Fígaro se excusa diciendo que él es de familia noble, y que no puede casarse sin una autorización de sus padres desconocidos, porque le robaron de pequeño unos bandidos, y los espera encontrar en 10 años. Como prueba de esta nobleza, dice que tiene una señal en su brazo, que Marcelina y don Bartolo reconocen. Marcelina dice que Fígaro es su hijo, que desapareció al poco de nacer, y que don Bartolo es su padre y que Fígaro se llama Rafaelo, pero Fígaro llamó así porque él no sabía que se llamaba Rafaelo, así que ya no tiene que casarse con ella ("Riconosci in questo amplesso"). Cuando llega Susanna, y ve abrazados a Marcellina y Fígaro, le golpea en la cara, y Marcelina, junto con todos los demás, le explican la nueva situación.

 

La Condesa dicta a Susana una carta para el Conde de Almaviva, para confundir a su marido ("Canzonetta sull'aria"). Llegan al escritorio del conde de Almaviva y la condesa de Almaviva le da un alfiler a Susanna para que cierre la carta y le dice que le ponga atrás de la carta que tiene que ser devuelto el alfiler, mientras, entran un grupo de campesinas para ofrecerle flores a la condesa de Almaviva, entre las que se encuentra Cherubino vestido de mujer pero a la condesa y a Susanna se les hace conocido Cherubino y entonces la condesa le pregunta a Barbarina, que también le está ofreciendo flores, que quien es Cherubino y Barbarina le dice que es su prima que vino a la boda de Susanna y Fígaro. Antonio, el jardinero, y el Conde descubren a Cherubino. Luego llega Fígaro por las damas para la boda y a por Susanna, pero el conde de Almaviva le dice a Fígaro que si va a bailar con el tobillo lastimado, a lo que Fígaro le dice que sí, que ya casi no le duele y luego el jardinero le enseña a Cherubino.

 

Se celebra la boda entre Fígaro y Susanna y entre Don Bartolo y Marcelina, y durante el baile, Susanna pasa al conde de Almaviva la nota que escribió dictada por la Condesa, fijando una cita para esa noche y cuando el conde está abriendo la carta se pincha con el alfiler. Posteriormente le dice a Barbarina que le devuelva el alfiler a la bella Susanna pero el jardinero pega a Barbarina y entonces ella pierde el alfiler. La aguja con la que está prendida la carta, debe ser devuelta, en señal de conformidad. El plan es que esa noche no se encuentre con Susanna o con Cherubino, sino que se encuentre con la Condesa, así que esta intercambia su ropa con Susanna.

 

Acto IV

Fígaro sorprende a Barbarina buscando la aguja que sellaba la carta, ya que el Conde se la había dado a Barbarina para que se la diera a Susanna, y ésta la había perdido. Fígaro entonces sabe, por Barbarina, que Susanna se ha citado con el Conde porque Barbarina le dijo a Figaro que el conde le dijo que le devolviera el alfiler a la bella Susanna, pero ignora el plan. Enfadado, invita a don Bartolo y a don Basilio a ser testigos de esa cita (Recitativo ed Aria: "Tutto è disposto).

 

Llegan la Condesa y Susanna, con los trajes intercambiados, y se produce un encuentro complicado:

Cherubino, que había quedado con Barbarina, ve a la Condesa, que iba disfrazada de Susanna, e intenta besarla, pero en ese momento llega el Conde, y es él quien recibe el beso. Este le responde con un bofetón, que recibe Fígaro, que se había acercado para ver qué pasaba. Cuando Cherubino y Fígaro se van ("Partito é al fin l'audace"), el Conde comienza a seducir a la Condesa, pensando siempre que es Susanna, lo que enfurece a Fígaro, quien lanza un grito y asusta al Conde. Él y su esposa disfrazada salen hacia el bosque, dejando a Fígaro desolado. De repente aparece Susanna, y Fígaro piensa que es la Condesa. Para vengarse del Conde, Fígaro comienza a cortejarla, aun cuando la reconoce por su voz, ("la volpe vuol sorprendermi") lo que hace que Susanna se enfurezca, ya que no se dio cuenta de que había sido reconocida por su esposo, Fígaro. Cuando se da cuenta ("pace, pace, mio dolce tesoro"), la pareja se abraza y Fígaro le pone el zapato a Susanna. Escuchan la voz del Conde, que entra buscando a Susanna. Fígaro y Susanna deciden entonces continuar con el plan de engañar al Conde, y Fígaro comienza a cortejar a la Condesa falsa, lo que enfurece al Conde, que confunde a Susanna con la Condesa. Llama auxilio (Finale: "Gente, gente, all'armi, all'armi") y aparecen don Bartolo y don Basilio, junto con Antonio y Marcellina. Todos juntos piden perdón al Conde, pero él se niega, hasta que aparece la Condesa, dejando a todos muy sorprendidos. El conde pide perdón a su esposa, por sus sospechas y por su mala conducta. La Condesa responde “Più docile io sono e dico di sì” ("Soy más dócil [que tú], y digo que sí"). Ahora la boda entre Fígaro y Susanna puede tener lugar.

Programa y reparto

Director musical: Emmanuel Tjeknavorian
Director escénico: Claus Guth

 

Director de coro: Ciro Visco
Escenografía y vestuario: Christian Schmidt
Iluminación: Olaf Winter
Video: Andi A. Müller

 

Reparto
Conde Almaviva: Germán Olvera / Markus Werba 16, 18, 20, 23
Condesa Almaviva: Roberta Mantegna / Federica Guida 16, 18, 20, 23
Susanna: Martina Russomanno / Benedetta Torre 16, 18, 20, 23
Figaro: Erwin Schrott / Alessio Arduini 16, 18, 20, 23
Cherubino: Elmina Hasan / Cecilia Molinari 16, 18, 20, 23
Marcellina: Monica Bacelli
Bartolo: Roberto Scandiuzzi
Don Basilio: Marcello Nardis
Curzio: Blagoj Nacoski
Barbarina: Jessica Ricci*

 

Después del proyecto Fabbrica – Young Artist Program del Teatro dell’Opera di Roma*
Orquesta y Coro del Teatro dell’Opera di Roma
Producción de la Canadian Opera Company

Teatro de la Ópera de Roma - Teatro Costanzi

El Teatro dell'Opera, conocido históricamente como teatro Costanzi es un teatro de ópera de Roma, Italia. Fue inaugurado el 27 de noviembre de 1880 en presencia del rey Humberto I de Italia y de la reina Margarita Teresa con la Semiramide de Rossini, y ha sido sede de importantes estrenos.

 

El teatro de la Ópera de Roma fue originalmente conocido como el Teatro Costanzi por su constructor, el empresario Domenico Costanzi (1810-1898). Fue financiado privadamente por Constanzi, quien le encargó el proyecto al arquitecto milanés Achille Sfondrini (1836-1900), un especialista en la construcción y renovación de teatros. Sfondrini prestó especial atención en su proyecto a la acústica de la sala, que originalmente tenía un aforo de 2.212 espectadores, planta de herradura, tres pisos de palcos, un anfiteatro y dos galerías, que culminaban en una cúpula decorada con frescos de Annibale Brugnoli.

 

Costanzi se encargó personalmente de la gestión del teatro, y durante su mandato se produjeron importantes estrenos mundiales, como el de Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni. A la muerte de Costanzi, su hijo Enrico se hizo cargo de la empresa del teatro, produciéndose en su etapa el mayor acontecimiento de la historia del teatro: el estreno de Tosca, de Giacomo Puccini (14 de enero de 1900).

 

En 1907, el Teatro Costanzi fue adquirido por el empresario Walter Mocchi. A partir de 1912, la esposa de Mocchi, la soprano Emma Carelli se encargó de la dirección. Durante su gestión se puede destacar la primera representación en Italia de Parsifal, de Wagner, y la visita de Les Ballets Russes de Diaghilev.

 

En 1926 el teatro fue adquirido por el Ayuntamiento de Roma, que cambió su nombre a Teatro Reale dell'Opera. Fue parcialmente reconstruido, y reabierto el 27 de febrero de 1928 con Nerone, de Arrigo Boito. la reconstrucción consistió, fundamentalmente, en la demolición del anfiteatro, para añadir un cuarto piso de palcos, la redecoración de toda la sala, además de la instalación de una gran lámpara, de cristal de Murano, de 6 metros de diámetro. Además, en el exterior, se abrió una nueva entrada principal en la actual Piazza Beniamino Gigli.

 

Tras la proclamación de la república, el nombre del teatro se cambió a Teatro dell'Opera. En 1958, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1960, se acometió una segunda reconstrucción, que cambió radicalmente el estilo del exterior, construyendo la fachada actual, la entrada y el foyer. Manteniendo la legendaria acústica de la sala, se restauró la decoración en estuco, se instaló un sistema de acondicionamiento de aire, se ensanchó el proscenio y se dejó el aforo en las actuales 1.600 butacas.

 

Cómo llegar Teatro dell'Opera 
Piazza Beniamino Gigli, 7 

METRO 
Linea A - REPUBBLICA Teatro dell'Opera detener 

BUS 
Via Nazionale - H, 40, 60, 64, 70, 71, 170, 116T 
Vía Depretis - 70, 71 
Via Cavour - 16, 75, 84, 150 (Festivo), 360, 590, 649, 714 
Stazione Termini - 16, 38, 75, 86, 90, 217, 310, 360, 649, 714 

TAXI 
número de teléfono - 06,3570

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