La Bohème

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La Bohème
Música de Giacomo Puccini
Ópera en cuatro actos
Libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa
Basada en Scènes de la vie de bohème de Henri Murger y Théodore Barrière

 

 

 

Argumento

La historia se ambienta en París en el período alrededor del año 1830,​ en el que un grupo de jóvenes artistas comparten una casa en el Barrio Latino, y con ello su amistad, ilusiones y amores.

Se centra esencialmente en el amor entre la modista llamada Mimí y el poeta Rodolfo. Se enamoran nada más conocerse, pero Rodolfo más tarde quiere dejar a Mimí por su comportamiento coqueto. Sin embargo, Mimí está mortalmente enferma y Rodolfo se siente culpable, pues su vida juntos ha empeorado su salud aún más. Se unen de nuevo por un breve momento antes de que ella muera.

 

Acto I

En la buhardilla de los cuatro bohemios

En la buhardilla de los bohemios. Marcello pinta mientras Rodolfo mira por la ventana. Como no tienen combustible y hace frío, utilizan los manuscritos del drama que está escribiendo Rodolfo para hacer fuego. Colline, el filósofo, entra en la pieza congelado y molesto por no haber podido empeñar unos libros. Schaunard, el músico, llega con comida, madera, vino y dinero; explica a sus compañeros la fuente de su súbita riquezas, un trabajo con un excéntrico caballero inglés. Nadie le presta atención porque caen sobre la comida, que es retirada rápidamente por Schaunard, y declarando que, en lugar de ello, todos celebrarán su buena suerte cenando en el Café Momus. Mientras beben, llega Benoît, el casero, en busca del pago de la renta. Los bohemios le engatusan ofreciéndole vino, y, en medio del efecto del alcohol, les narra sus aventuras amorosas, añadiendo que está también casado, ante lo cual todos reaccionan con una indignación pacata, fingida, y le echan de la habitación sin pagarle la renta. Deciden que lo mejor es utilizar ese dinero para irse de parranda por el Barrio Latino.

Los otros bohemios salen, pero Rodolfo se queda solo por un momento para terminar un artículo que está escribiendo, prometiendo reunirse con sus amigos pronto. En ese momento alguien llama a la puerta, y entra Mimí, una modista que vive en otra habitación del edificio. Ha venido a pedir que le ayuden a encender nuevamente su vela, que se le ha apagado. Sale, pero regresa en seguida porque ha olvidado su llave. En ese momento, ambas luces se apagan y en la oscuridad deben buscar la llave. Rodolfo, deseoso de pasar tiempo con Mimí, encuentra la llave y se la guarda en el bolsillo, fingiendo inocencia. Cuando sus manos tropiezan, ambos aprovechan la ocasión para contar la historia de sus vidas: él interpreta Che gelida manina / "Qué manita más fría" y ella, Sì, mi chiamano Mimi / "Sí, me llaman Mimí". Son interrumpidos por las voces de los amigos, impacientes, que han venido a buscar a Rodolfo, pero mientras él sugiere quedarse en casa con Mimí, ella decide acompañarlo. Mientras se van, cantan su amor recién encontrado (dúo: O soave fanciulla / "¡Oh, dulce muchacha").

 

Acto II

En el Barrio Latino de París

En las calles hay una gran multitud, junto con niños, que se divierte mientras los vendedores callejeros vociferan sus productos (coro: Aranci, datteri! Caldi i marroni! / "¡Naranjas, dátiles! ¡Castañas calientes!"). Aparecen los amigos, animados con alegría; Rodolfo le compra a Mimí un sombrero rosado. Los parisinos cotillean con sus amigos y regatean con los vendedores; los niños de las calles claman por ver las mercancías de Parpignol, el juguetero. Los amigos entran en el Café Momus.

Mientras los hombres y Mimí beben y comen en el café, aparece Musetta, ex de Marcello, acompañada de su rico (y envejecido) admirador, el ministro del gobierno, Alcindoro, a quien ella trata como si fuera un perrillo faldero. Queda claro que se ha cansado de él. Ella intenta de varias maneras llamar la atención de Marcello, y lo logra cantando una sensual aria dedicada fingidamente a su nuevo amante, que hace las delicias de los parisinos y avergüenza a su patrón (vals de Musetta: Quando m'en vò / "Cuando voy"). Pronto Marcello arde de celos. Para librarse un poco de Alcindoro, Musetta finge un dolor en un pie, por culpa del zapato que le aprieta demasiado, y hace que Alcindoro vaya a buscarle un nuevo par. Durante la confusión que sigue, Musetta aprovecha para reunirse con su amado Marcello y se reconcilian.

Cuando los bohemios deciden pagar la cuenta para marchar, encuentran que Schaunard no tiene suficiente dinero y, siguiendo una sugerencia de Musetta, deciden cargar la cuenta a Alcindoro. Soldados desfilan en la calle, y aprovechando la confusión, Marcello y Colline llevan a Mussetta en brazos y huyen, bajo la risa cómplice de los espectadores. Cuando se han ido todos, Alcindoro llega con el par de zapatos buscando a Musetta. El camarero le entrega la cuenta y, horrorizado por el importe, Alcindoro se hunde en una silla.

 

Acto III

En la aduana de Enfer

Los vendedores ambulantes pasan la barrera y entran en la ciudad. Entre ellos está Mimí, tosiendo violentamente. Intenta encontrar a Marcello, quien vive en una pequeña taberna cercana donde él pinta anuncios para el tabernero. Ella le cuenta lo difícil que se ha vuelto la vida con Rodolfo, que ha abandonado la casa la noche anterior (aria: O buon Marcello, aiuto! / "¡Oh, buen Marcello, ayuda!"). Marcello le cuenta que Rodolfo está durmiendo en la taberna donde él vive también. Rodolfo, que acaba de despertar y busca a Marcello, entra en escena. Mimí rápidamente se oculta y oye a Rodolfo decirle primero a Marcello que ha abandonado a Mimí debido a que es demasiado coqueta con otros hombres, pero luego confiesa que él tiene miedo de que ella esté consumiéndose lentamente por una enfermedad mortal (muy probablemente tuberculosis, conocida por la palabra comodín "consunción" en el siglo XIX). Rodolfo, en su pobreza, poco puede hacer por ayudar a Mimí y decidió fingir no amarla más para que ésta se olvide de él y se vaya a vivir con otro hombre que pueda proporcionarle un modo de vida más confortable (¡Mimí e tanto malata! / "¡Mimí está tan enferma!"). Marcello, preocupado por Mimí intenta hacerle callar, pero ella ya lo ha escuchado todo y se descubre a sí misma cuando tose violentamente. Marcello les deja para volver con Musetta. Rodolfo y Mimí cantan a su amor perdido. Planean separarse amistosamente (Mimí: Donde lieta usci / "Donde feliz salí"), pero su amor mutuo es demasiado fuerte. Llegan a un compromiso: deciden permanecer juntos hasta que llegue la estación de las flores, la primavera, cuando el mundo revive de nuevo y nadie se siente verdaderamente solo. Mientras tanto, Marcello se ha unido con Musetta, y en la distancia se escucha su feroz discusión: un contrapunto opuesto a la reconciliación de la otra pareja (cuarteto de Mimí, Rodolfo, Musetta, Marcello: Addio dolce svegliare alla mattina! / "Adiós, dulces despertares por la mañana!").

 

Acto IV

Nuevamente en la buhardilla

Marcello y Rodolfo parecen trabajar, aunque están principalmente lamentándose por la pérdida de sus respectivas amadas (dúo: ¡O Mimì!, ¡Tu più non torni! / "¡Oh Mimí, no regresarás!"). Schaunard y Colline entran con una cena muy frugal, que consiste en algo de pan y un arenque, y los cuatro parodian un delicioso banquete, cantando y bailando (Gavota!). Musetta entra alarmada con noticias: Mimí, que aceptó a un vizconde después de dejar a Rodolfo en la primavera, ha dejado a su protector. Musetta la ha encontrado vagando por las calles, muy debilitada por su enfermedad, y se la ha traído consigo a la buhardilla. Todos ayudan a la chica, demacrada y pálida, a sentarse en una silla. Preocupados, Musetta y Marcello salen de la habitación para vender las joyas de ella y así comprar algunas medicinas, y Colline sale para empeñar su abrigo (Vecchia zimarra, senti / "Viejo abrigo, escucha"). Schaunard, instado por Colline, se marcha calladamente para dejar a Mimì y Rodolfo tiempo juntos. Solos, Rodolfo y Mimí, recuerdan sus tiempos felices (dúo de Mimí y Rodolfo: Sono andati? / "¿Se han ido?"). Recuerdan su primer encuentro —las velas, la llave perdida— y, para placer de Mimí, Rodolfo le entrega el sombrerito rosado que él le compró a ella y que ha conservado como un recuerdo de su amor. Regresan todos, con un manguito como regalo para calentar las manos de Mimí y alguna medicina. Le dicen a Rodolfo que han llamado al médico. Se postran a los pies de la cama, Musetta reza una plegaria, y Mimí, inadvertidamente, queda inconsciente. Mientras Musetta reza, Mimí muere. Schaunard descubre a Mimí sin vida. Rodolfo cae en cuenta y grita ¡Mimí...! ¡Mimí...! angustiado, y llora sin poder contenerse.

Programa y reparto

Director: Jader Bignamini y Alessandro Palumbo (21)
Director escénico: Davide Livermore
Escenografía, vestuario e iluminación: Davide Livermore
Maestro de coro: Ciro Visco

 

Reparto
Rodolfo: Saimir Pirgu 14, 17, 20, 22, 25 / Francesco Demuro 15, 18, 24 / René Barbera 16, 21, 23
Schaunard: Alessio Arduini 14, 17, 18, 20, 22, 25 / Biagio Pizzuti 15, 16, 21, 23, 24
Mimì: Carolina López Moreno 14, 17, 20, 22, 25 / Maria Agresta 15, 18, 24 / Yaritza Véliz 16, 21, 23
Marcello: Davide Luciano 14, 17, 18, 20, 22, 25 / Vittorio Prato 15, 16, 21, 23, 24
Colline: Marko Mimica 14, 17, 18, 20, 22, 25 / Manuel Fuentes 15, 16, 21, 23, 24
Musetta: Desirée Rancatore 14, 17, 18, 20, 22, 25 / Elisa Balbo 15, 16, 21, 23, 24
Benoît/Alcindoro: Matteo Peirone

 

Orquesta y coro del Teatro dell’Opera di Roma
con la participación de la Scuola di Canto Corale del Teatro dell’Opera

 

Producción del Teatro dell’Opera di Roma en colaboración con el Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia

Teatro de la Ópera de Roma - Teatro Costanzi

El Teatro dell'Opera, conocido históricamente como teatro Costanzi es un teatro de ópera de Roma, Italia. Fue inaugurado el 27 de noviembre de 1880 en presencia del rey Humberto I de Italia y de la reina Margarita Teresa con la Semiramide de Rossini, y ha sido sede de importantes estrenos.

 

El teatro de la Ópera de Roma fue originalmente conocido como el Teatro Costanzi por su constructor, el empresario Domenico Costanzi (1810-1898). Fue financiado privadamente por Constanzi, quien le encargó el proyecto al arquitecto milanés Achille Sfondrini (1836-1900), un especialista en la construcción y renovación de teatros. Sfondrini prestó especial atención en su proyecto a la acústica de la sala, que originalmente tenía un aforo de 2.212 espectadores, planta de herradura, tres pisos de palcos, un anfiteatro y dos galerías, que culminaban en una cúpula decorada con frescos de Annibale Brugnoli.

 

Costanzi se encargó personalmente de la gestión del teatro, y durante su mandato se produjeron importantes estrenos mundiales, como el de Cavalleria rusticana, de Pietro Mascagni. A la muerte de Costanzi, su hijo Enrico se hizo cargo de la empresa del teatro, produciéndose en su etapa el mayor acontecimiento de la historia del teatro: el estreno de Tosca, de Giacomo Puccini (14 de enero de 1900).

 

En 1907, el Teatro Costanzi fue adquirido por el empresario Walter Mocchi. A partir de 1912, la esposa de Mocchi, la soprano Emma Carelli se encargó de la dirección. Durante su gestión se puede destacar la primera representación en Italia de Parsifal, de Wagner, y la visita de Les Ballets Russes de Diaghilev.

 

En 1926 el teatro fue adquirido por el Ayuntamiento de Roma, que cambió su nombre a Teatro Reale dell'Opera. Fue parcialmente reconstruido, y reabierto el 27 de febrero de 1928 con Nerone, de Arrigo Boito. la reconstrucción consistió, fundamentalmente, en la demolición del anfiteatro, para añadir un cuarto piso de palcos, la redecoración de toda la sala, además de la instalación de una gran lámpara, de cristal de Murano, de 6 metros de diámetro. Además, en el exterior, se abrió una nueva entrada principal en la actual Piazza Beniamino Gigli.

 

Tras la proclamación de la república, el nombre del teatro se cambió a Teatro dell'Opera. En 1958, con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos en 1960, se acometió una segunda reconstrucción, que cambió radicalmente el estilo del exterior, construyendo la fachada actual, la entrada y el foyer. Manteniendo la legendaria acústica de la sala, se restauró la decoración en estuco, se instaló un sistema de acondicionamiento de aire, se ensanchó el proscenio y se dejó el aforo en las actuales 1.600 butacas.

 

Cómo llegar Teatro dell'Opera 
Piazza Beniamino Gigli, 7 

METRO 
Linea A - REPUBBLICA Teatro dell'Opera detener 

BUS 
Via Nazionale - H, 40, 60, 64, 70, 71, 170, 116T 
Vía Depretis - 70, 71 
Via Cavour - 16, 75, 84, 150 (Festivo), 360, 590, 649, 714 
Stazione Termini - 16, 38, 75, 86, 90, 217, 310, 360, 649, 714 

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